¿A dónde van las palabras que no se dicen? ¿Las miradas que no se cruzan? ¿Las caricias que no se dan? ¿A dónde van los TE QUIERO que nunca se dijeron? ¿Dónde quedan cuando ya es tarde para decirlos?
Debemos hacer lo que sentimos, porque tal vez, nunca vamos a poder POSTERGARLO. La VIDA puede terminar en cualquier instante...
¿Qué pasa con las cosas que no se hacen , las palabras que no se dicen? El orgullo se las traga y las transforma en VENENO para el alma.
Solía tragarme mis palabras, transformarlas en lágrimas. Hoy, decido escupirlas, escribirlas para que queden en mi memoria por siempre...
Cada lágrima que sale de mis ojos es una razón para seguir escribiendo mis palabras.
Pero , aún así, hay palabras que no digo, amores que escondo, adiós que me trago. Temo a sus consecuencias.
¿A dónde irán mis tesoros escondidos? 
¿A dónde van los pensamientos remotamente ocultos en nuestros corazones?
No sé dónde irán , pero sé que TIENEN QUE VOLVER, para SER DICHAS.

¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿Adónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón,
o se acurrucan entre las rendijas (hendijas),
buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van...?
¿Adónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿Adónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias,
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿Adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril?
¿Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van...?
¿Adónde van?

¿Adónde va lo común, lo de todos los días:
el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿Adónde va la sorpresa,
casi cotidiana del atardecer?
¿Adónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer?
¿Adónde van los pequeños terribles encantos
que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van..?
¿Adónde van?